La repostería creativa ha dejado de ser un arte culinario para ser un arte en general. Cada día vemos cómo las técnicas se desarrollan y se experimenta con nuevos ingredientes para dar vida a dulces, pasteles o magdalenas más y más sorprendentes. Pero lo tradicional, como las flores de oblea, siguen viéndose en las pastelerías día a día.
De esta manera, salen al mercado pastas decorativas comestibles como el fondant o la pasta americana. Son formas innovadoras de hacer las cosas que parece que le ganan el terreno a las técnicas tradicionales, pero en la realidad no siempre es así. Las figuras de azúcar que llevan haciéndose décadas en España, siguen a la orden del día, sobre todo en tartas para los más pequeños. Estas figuras se modelan y, normalmente, se utilizan para dar vida a algún personaje al que queramos dar vida. El problema es que es necesario moldearla rápido, y además, a la hora de comerla es más dura que el fondant, por eso es mejor comprarla ya modelada y lista para colocar en nuestra repostería.
Por otro lado, también encontramos las flores de oblea como elemento decorativo tradicional que se utiliza sobre todo para decorar tartas más grandes y no tanto pastelitos o magdalenas. Las flores de oblea son flores que se hacen con un papel comestible especial. Podemos elaborarlas con diferentes colores, ya que hay muchos disponibles en el mercado. Además, su maleabilidad nos permite hacer mucho más que flores: formas como por ejemplo un cisne, mariposas o casitas. Tienen una textura muy suave, por lo que cuando se ingieren se deshacen en la boca prácticamente al instante.
Como vemos, la repostería hace muchos avances y cada día nos sorprende un poco más. Aunque lo bueno es que lo tradicional no desaparece, sigue ahí, encontrando nuevas maneras de combinarse. Todo es cuestión de imaginación.
De esta manera, salen al mercado pastas decorativas comestibles como el fondant o la pasta americana. Son formas innovadoras de hacer las cosas que parece que le ganan el terreno a las técnicas tradicionales, pero en la realidad no siempre es así. Las figuras de azúcar que llevan haciéndose décadas en España, siguen a la orden del día, sobre todo en tartas para los más pequeños. Estas figuras se modelan y, normalmente, se utilizan para dar vida a algún personaje al que queramos dar vida. El problema es que es necesario moldearla rápido, y además, a la hora de comerla es más dura que el fondant, por eso es mejor comprarla ya modelada y lista para colocar en nuestra repostería.
Por otro lado, también encontramos las flores de oblea como elemento decorativo tradicional que se utiliza sobre todo para decorar tartas más grandes y no tanto pastelitos o magdalenas. Las flores de oblea son flores que se hacen con un papel comestible especial. Podemos elaborarlas con diferentes colores, ya que hay muchos disponibles en el mercado. Además, su maleabilidad nos permite hacer mucho más que flores: formas como por ejemplo un cisne, mariposas o casitas. Tienen una textura muy suave, por lo que cuando se ingieren se deshacen en la boca prácticamente al instante.
Como vemos, la repostería hace muchos avances y cada día nos sorprende un poco más. Aunque lo bueno es que lo tradicional no desaparece, sigue ahí, encontrando nuevas maneras de combinarse. Todo es cuestión de imaginación.
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